Ojalá ella encontrara la fórmula perfecta para aliviar su malestar. Ojalá existiera el remedio que le ayudara a salir de esta espiral en la que se ha metido. En esta montaña rusa en la que se ha convertido su vida. Días arribas pero demasiados días abajo.
Se disfraza con máscara de carnaval para ocultar su cara. Finge una sonrisa cuando por dentro su corazón, a punto de morir, sigue llorando. Sigue sufriendo y sintiendo el dolor. Ese dolor intenso que la mata por dentro.
Está confusa. No sabe qué pensar, qué decir, cómo actuar. Ojalá todo fuera distinto. Ojalá que todo esto fuera tan sólo una pesadilla. Pero no, esto se llama: La cruda realidad.
Ella ya no es la misma. Ella se ha convertido en una insensible.
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